Lost es una serie que no para de sorprendernos. Por su historia no lineal. Por su inefable guión. Y por la muerte de los protagonistas: algunas inesperadas, otras injustificadas y otras realmente crueles y tristes. Dominic Monaghan encarna a Charlie, un rockstar venido a menos y drogadicto que al comienzo de la serie intentó recuperar el brillo de sus años dorados. La Isla le dio esa oportunidad, pero de otra manera: dejó las drogas, se enamoró de Claire (aún embrazada) y aceptó ser padre adoptivo de Aaron luego del nacimiento. Charlie supo posicionarse entre los demás sobrevivientes por su carisma adolescente y su extremada sensibilidad. Era un niño grande buscando un rumbo y una razón de Ser pero cuando encontró la estabilidad y el amor que tanto deseó, murió. Él decidió inmolarse en la base subamarina cuando desbloqueó la señal que impedía el contacto de la Isla con el mundo exterior y hasta les avisó a sus compañeros que se trataba de una trampa con un mensaje escrito en su mano.